YayBlogger.com
BLOGGER TEMPLATES

sábado, 31 de agosto de 2013

Olvida conmigo.


Estábamos mi novio y yo en el balcón. Tenemos pocos de vivir juntos y logramos conseguir hace varios meses una acogedora casa hecha de madera con estilo clásico en el fondo del bosque. Era hermosa, y estaba en el lugar favorito de ambos, por ser tan calmado y relajante, sin dejar de lado lo divino y celestial que se veía. Mi vida era perfecta, tenía lo que había pedido siempre… tenía una casa hermosa, un trabajo el cual amaba y tenía lo más importante. Lo tenía a él.


Nos encontrábamos en el balcón viendo hacía el ocaso que se asomaba, tomando calientes tazas de café por el invierno vecino. Los dos, sentados sobre esa mecedora de parejas, cubiertos con una manta para agregar más calor a nuestros cuerpos y la compañía del otro para hacer más cálido el momento.
El único sonido eran los pájaros, el de las hojas moverse y las respiraciones de uno y otro haciendo coro a aquella música que producía la naturaleza en tan bella escena.
Taemin se levantó y como acto seguido se recostó en el suelo de repente. Lo mire extrañada pues desconocía la razón, pero siempre salía con sus sutiles sorpresas y a mí me quedaba escuchar sus razones. Voltee hacía donde se encontraba. Su rostro alegre se fue ajustando hasta quedar en un gesto serio, casi melancólico. No pude evitar preguntarle ahora.


― ¿Pasa algo? ― Le dije, mirando hacia el piso, donde él se encontraba recostado. Ahora viéndolo más de cerca se notaba que estaba relajado y no triste, pero ese cambio repentino me sacó de órbita por un segundo. Arqueé una ceja y quede callada, en espera a alguna respuesta de su parte, pero seguía viéndome con esa mirada tan propia y respetuosa. Tragué saliva un poco sensible, terminando por desviar la mirada hacia otro lado. ¿Tan débil era como para soltar el contacto visual con mi novio? Rodé los ojos y para cuando quería mirar a Taemin de nuevo, él se encontraba alzando su mano hacia mí.


― Si me tiro aquí… ― Pronunció lentamente, sin apartar la mano de donde estaba. ¿Intentaba alcanzarme? No lo dijo con aires de broma, y su rostro seguía tan formal como antes. Pero ese deserte de tranquilidad que provenía en aquel sencillo y estupendo escenario hacía inevitable que yo sonriera. Miré hacia mis costados, intentando no parecer tan tonta y manejable, pero ahora él se adelantó, tomándome de una manga del suéter de lana tejido, y con la diestra jalando de mi muñeca, atrayéndome a él. Me levanté e hinqué lentamente en el piso quedando a su lado. Su rostro seguía con aquella faceta reservada y muy reflexiva. 

No pude evitar sonrojarme por su cercanía, y trataba de desviar la mirada hacia otros lados, pero simplemente no podía resistir a la tentación de tenerlo tan cerca. Pasó a poner sus manos en mi rostro, juntándonos más que antes aunque sin rozar nuestras narices, mientras se apoyaba de igual forma enfrente de mí. Yo podía sentir su respiración y él la mía; su mirada contagiaba mi sentir.

― ¿Te recostarías conmigo, para olvidar el mundo, juntos?― Sonrió de forma tenue e hice lo mismo, -¿Eso es un sí?- me preguntó de forma sigilosa 
-Eso hago siempre, cada vez que estoy a tu lado olvido el mundo. – Sonreí. Y después me besó.

Los dos duramos horas recostados dando ligeros caricias en los labios del otro cuando había ocasión y dejando que las primeras manchas de nieve se posaran sobre ambos. 

Sin duda, cada vez que estaba con él. Desconocía el mundo. 

MitzuSweet <3